No
me hables de amor
Si
no has encontrado el odio
No
me hables de alegría
Si
no has conocido la depresión
No
me hables de esperanza
Si
no sabes de desesperación
No
seas mi ejemplo
Sé
más bien mi convicción
No
sabrás lo que es la vida
Si
no has estado muerto en ella
No
sabrás que es la llovizna
Si
no has estado en la sequía
No
sabrás que es el sol
Si
no se han nublado tus días
No
seas mi medicina
Sé
más bien mi mejoría
No
me enseñes el perdón
Muéstrame
tus heridas
No
me enseñes una flor
Muéstrame
sus espinas
No
me enseñes tus amigos
Muéstrame
quien te ha sentido
No
seas mi opción
Sé
más bien mi idolatría
No
quieras salvarme
Si nunca te has hundido
No
quieras ser mi alarma
Si
no eres mi reloj
No
quieras ser mi camino
Si
no has estado perdido
No busques
persuadirme
Busca
ser mi razón
No
seas mis consejos
Sé
más bien mi decisión
No seas
mi compañía
Sé
más bien mi soledad
Por:
María Antonieta Marco Canelón
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